
Los derechos civiles es un tópico que ha evolucionado en las últimas siete décadas. Hablamos de los derechos que otorgan de manera instrumental una igualdad y equidad que deben gozar todos los ciudadanos. Puerto Rico ha sido una de las naciones que ha dedicado parte de su historia para establecerlos, aunque el desconocimiento de ellos es natural. La Comisión de Derechos Civiles dedica gran parte de su dinero asignado para educar al pueblo sobre el particular y aún las personas desconocen la materia a la que se hace referencia.
Puerto Rico aprobó la Ley de Derechos Civiles en 1938, en la misma se rescatan elementos que en el mundo ya se estaban discutiendo, pero basada en la Constitución de los Estados Unidos de América y las enmiendas que esta había tenido. En una mirada socio-política se buscaba argumentar a favor del derecho al voto que tenían los ciudadanos, pero recalcando que el mismo era secreto y debía ser libre de presiones externas.
El Programa de Estudios Sociales del sistema educativo de Puerto Rico ha sido uno muy activo desde su aprobación. Al momento de establecerse el mismo en 1927, en las escuelas superiores, se abrió el camino para traer al salón de clases la discusión de temas controversiales que trae la propia democracia. Diana Hess (1991) argumentó que precisamente la democracia por sí sola nos trae temas polémicos. Estos temas van evolucionando por su naturaleza, algunos dejan de ser controversiales y otros permanecen en la sociedad. El Programa de Estudios Sociales ha tenido que enfrentarse a lo que ya se advertía en la década de 1940, este tenía que ser uno activo, flexible y evolutivo. Por tal razón, Ángel Luis Ortiz (2008) planteó que ya en esa década se incluían las clases de historia de Puerto Rico y Estados Unidos. Esto es posible a los cambios que estaba sumergida la Isla debido a la relación que tiene con los Estados Unidos. Así que es evidente que entre esos conceptos fundamentales o rectores que tiene el Programa de Estudios Sociales esté presente: la estructura social, el proceso político y las relaciones globales.
Los conceptos que acoge el sistema educativo del país están fundamentados firmemente sobre los Derechos Civiles de la Constitución de los Estados Unidos, la Declaración de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (1948) y la Constitución de Puerto Rico (1952). Ésta a su vez había atendido el asunto con una Carta de Derechos Civiles. Eduardo Seda Bonilla (1991) indicó que, en el proceso de redactar la constitución, Puerto Rico había recogido todos los argumentos que se discutían a nivel internacional relacionados a este asunto y en el documento final que se llevó a votación para su ratificación por parte de los electores hábiles se consideraron las leyes vigentes sobre los derechos civiles y humanos a nivel local y federal.
Desde la Constitución de Puerto Rico se impartía un mandato directo al departamento de Instrucción Pública (forma como se identifica al Departamento de Educación en 1952) para que comenzara el proceso de educar a los estudiantes sobre los derechos civiles. En la reciente revisión que se le hace al Marco Curricular del Programa de Estudios Sociales (2016) se reafirmó la importancia de que los principios rectores del programa estén presentes. Los valores esperados por el propio sistema y la sociedad están presentes: ética, responsabilidad y justicia. Este último en unión con las ciencias siempre estará presente en las sociedades avanzadas (Ortiz, 2006). Precisamente, ese autor resumió la trayectoria del Programa de Estudios Sociales y en las que hizo recomendaciones claras para dónde debía moverse el Departamento de Educación en cuanto a las materias que componen las disciplinas.
La equidad por razón de raza, color u origen nacional se debe cumplir en todas las sociedades, pero es más evidente que en el caso de un país democrático como lo es Puerto Rico es parte de los roles que tienen los ciudadanos. El Departamento de Educación aspira a un ciudadano crítico y para lograrlo el estudiante debe desarrollar la tolerancia y respetar que todos los seres humanos somos de una misma especie, perteneciente a la misma raza humana y que vivimos en el mismo planeta. A lo anterior, Seda Bonilla (1991) reconoció que no todos los seres humanos actuamos de la misma manera y que eso se debe al ambiente, la geografía y la sociedad a la que estamos expuestos.
El Departamento de Educación dejó claro en el Marco Curricular de Estudios Sociales (2016) que estará basado en la teoría cognoscitiva-humanista. Esta teoría analiza el conocimiento como un proceso de pensar. Ese proceso requiere que el estudiante construya conocimiento y que el maestro deje de ser el centro del conocimiento. Aquí el maestro es un medio, guía al estudiante para que sea un aprendiz activo, reflexivo y solidario. Si esa aspiración se logra no habrá espacio para que no se defiendan con ahínco los derechos civiles de todas las sociedades.
El Marco Curricular (2016) el cual tuvo la intervención de todos los sectores dentro del propio sistema educativo, de universidades privadas y de la pública respondió a ese reclamo de revisar el documento y atemperarlo. Lo que ocurrió fue que se justificaron los conceptos fundamentales y rectores, y, de los valores a los que responde el mismo y, por ende, nuestra sociedad. La Misión y Visión del Departamento de Educación atiende el mandato de la Constitución de Puerto Rico. El mandato del pueblo en las urnas en el 1952 fue claro, aunque no podemos descartar que la mayoría de los votantes no sabía con claridad por lo que estaban ejerciendo el derecho al voto.
Seda Bonilla (1991) llamó ese proceso como parte del paternalismo al que estaba sumergido el pueblo a la imagen de Luis Muñoz Marín. Pese a eso, el mandato señalaba a Educación como el ente responsable de enmarcar el sistema en uno libre de costo, obligatorio para el área elemental y extendiendo el mismo poco a poco al superior, y, que estuviera libre de prejuicios. Aquí entra el asunto de equidad, ese que va más allá de igualdad. No se trata del simple hecho de que los hombres y mujeres son iguales, se trata de que todo el andamiaje del estado debe tratar equitativamente en todos los sentidos a los hombres, mujeres, negros, blancos, no ciudadanos, etcétera. El sistema educativo debe responder desde lo básico que es su misión y visión e implementar la defensa de los derechos civiles en toda la estructura. Por tal razón, la sociedad, el proceso político y las relaciones globales estén encaminadas a cumplir esa causa.
Los Estándares Profesionales para el Maestro establecieron el fiel cumplimiento de los derechos civiles, que están fundamentados en los conceptos rectores de los distintos programas educativos, pero en especial al Programa de Estudios Sociales. Esto se debe a que muchos de los avances que se han dado en el sistema público del país comienzan en el salón de clases de Estudios Sociales. Desde el aula de dicha materia se implementan estrategias para ir formando a estudiantes como ciudadanos críticos. Cabe señalar que desde hace algún tiempo se desarrolla la idea de que el salón de clases de Estudios Sociales deje de serlo de la manera tradicional se le considere y se convierta en un laboratorio social. Esa transformación es posible desde el enfoque constructivista. Este está enmarcado en el desarrollo las ideas de John Dewey. Dewey (1933) planteó que era necesario acabar con la memorización mecánica para permitir a los estudiantes que participen en el proceso de aprendizaje. Por otro lado, Paulo Freire arremetió con lo que llamó educación bancaria. Precisamente, la Reforma Educativa de Puerto Rico (Ley 88, 2018) justificó los cambios en las posturas de Dewey, Freire, Piaget, Bandura, entre otros.
El Marco Curricular de Historia (2016) fundamentó el proceso de aprendizaje a través del construccionismo ya que con este enfoque el estudiante deja de adquirir información para construir conocimiento. Para lograrlo es necesario que el maestro se convierta en un facilitador y guie al aprendiz en todo el proceso. Ahora el estudiante será parte y tendrá la responsabilidad con el maestro del proceso de aprendizaje. El propio sistema educativo reconoció con la revisión que es precisamente desde el laboratorio social de estudios sociales que los temas en materia de equidad y educación puede desarrollarse en todo el sentido de la palabra. Ya que estos están intrínsecamente relacionados a los derechos civiles y humanos vigentes en la sociedad.
Muchos asuntos controvertibles son atendidos en el laboratorio social de Estudios Sociales. La mayoría de estos no están plasmados en las guías que establece el propio sistema educativo del país. Por tal razón, Ortiz (2006) señaló que el maestro debe activar una diversidad de técnicas para que las clases no sean aburridas y les llame la atención dominar el material de manera inicial, formativa y sumativa, esta última lo acompañará para el resto de su vida. Es un gran reto el que tiene el maestro de Estudios Sociales al incluir en el contenido que ofrecerá al estudiante los conceptos rectores de la materia y los valores en cuestión.
Aunque estamos en el 2024, ya hace bastante tiempo se abolió la esclavitud, el concepto racial sigue siendo un asunto controvertible. Seda Bonilla (1991) realizó varios estudios sobre los derechos civiles en 1957, 1967 y 1976 y concluyó que nuestra sociedad aún insiste en el término de blanquear la raza. Según esos estudios, las personas veían bien que la personas se casaran y formaran una familia con otra persona siempre y cuando fuese más blanco. Pero resultaba todo lo opuesto cuando una familia se consideraba blanca y quien llegara con la intención de unirse a esta fuese negra. Así que el tema del racismo está vivo en nuestra sociedad. Sobre este tema abría que acudir no solo a intentar entender esta situación de manera local, ya que existe el mismo problema aún en los Estados Unidos de América. En 1968 la Unesco reunió a expertos científicos de todo el mundo y ellos concluyeron que no existe ninguna raza pura como incluso se utilizó por los nazis y, actualmente, es pronunciada por los blancos en los Estados Unidos. En este caso, es posible reexaminar en las clases de Estudios Sociales, entender la Doctrina de Manifiesto y la Doctrina Monroe.
Otro tema, sería la emigración que ha enfrentado el país con el paso de los huracanes Irma y María. Este tema de aspecto controversial puede tomar muchos giros ya que nos plantea reexaminar las emigraciones de los boricuas en las décadas de 1960 al 1980, entre otras del siglo pasado. Además, como el salón de estudios sociales es un laboratorio social es evidente que nos puede llevar a los cambios que ha venido implementado el sistema educativo desde hace varios años el cierre de planteles y su insistencia con reducir la agencia a lo más pequeño. Los estudiantes asumirán postura y expresarán sus opiniones. Aquí el reto para los maestros poder manejar técnicas como el debate, mesa redonda, juegos de roles, conferencia, entre otras.
En conclusión, los derechos civiles son de esos temas de los cuales se puede sacar mucho partido. Los maestros de estudios sociales deben reconocer los nuevos roles que el sistema educativo ha impuesto sobre ellos. No es válido que solo su versión de los hechos proceda en el laboratorio social al cual están asignados. Los educadores de esta disciplina deben recurrir a la base fundamental de la que emergió: las ciencias sociales, humanidades, antropología, geografía y otras que hacen de los Estudios Sociales la más completa, respetando los que piensan de manera distinta.
El maestro debe poner en práctica la democracia para que sus estudiantes puedan participar en la selección de los tópicos o contenido a discutir. Entonces, el maestro desarrollará las mejores técnicas y estrategias de aprendizaje para combatir la memorización mecánica y educación bancaria, ahora buscará formar mejores ciudadanos, ciudadanos críticos y personas que puedan respetar los derechos civiles y humanos, pero siempre reconociendo que todos somos distintos y será necesaria la tolerancia, está debe ser puesta en marcha desde que llegan al salón de clases los alumnos.
Luego de esta reflexión y reconociendo que han pasado muchas décadas desde la creación del Programa de Estudios Sociales en el departamento de Educación de Puerto Rico y de la aportación académica de miles de maestros de historia y estudios sociales, nos hacemos la siguiente pregunta, ¿los ciudadanos conocen sus derechos civiles?
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